Hoy en día, la publicidad
está en todas partes, en todos los lados a los que volteamos.
Como sabemos la publicidad
es una forma de comunicación que principalmente va enfocada a la venta de algún
producto y/o servicio para logar el posicionamiento de una marca. Apoyada de
diferentes disciplinas como la psicología, sociología, etc., es como logra persuadir al público.
Actualmente en publicidad no
basta con mostrar el producto, como en décadas pasadas se hacía; ahora la creatividad publicitaria se ha visto obligada a
adaptarse a los cambios de la sociedad y de la tecnología, logrando así, llevar a otro nivel la publicidad, obteniendo el
concepto de publicidad integrada.
¿Qué es la publicidad
integrada?
Es la combinación de canales y herramientas de comunicación,
con el objetivo de producir experiencias gratas al consumidor, ya que los medios tradicionales han sido
sobrepasados por el avance tecnológico, y los clientes han dejado de ser sólo
espectadores, para convertirse en personas activas, que demandan contenidos y
experiencias además de mensajes publicitarios.
La agencia de Publicidad Saatchi & Saatchi nos brinda una explicación bastante interactiva:
El objetivo
primordial de la llamada publicidad integral es promover productos de manera que se haga
ver “natural” dentro del contenido de un programa, técnica que en la actualidad
ha tenido mucho auge. Dentro de sus objetivos también está el producir experiencias memorables en el consumidor y generar
una fidelidad hacia las marcas, haciéndolos participes de forma real con los
contenidos.
La
dinámica de ésta práctica consiste en la promoción simultánea de un producto
desde distintas vías, puede ser directa o disfrazada. Es una estrategia que los
medios ofrecen a sus anunciantes, que va desde spot en programas de alta
audiencia hasta la presencia o mención de sus productos como parte del
contenido de una novela, serie, emisión deportiva o de un noticiario.
Ejemplos:
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Un ejemplo de publicidad integrada disfrazada
se puede observar en la serie Soy tu fan,
donde llevaba implícita la publicidad de Ciel.
Al igual que el diván de Valentina,
que en su tiempo era reiterativa con los productos de Bimbo.
Un ejemplo de
publicidad integrada no disfrazada es la táctica utilizada por ING en Holanda para
crear impacto en los receptores, tomando como primer recurso la problemática
actual de los museos, ya que no es fácil atraer al público y crear éste hábito.
Por lo que optó por tomar como referencia el famoso cuadro de Rembrandt de 1642,
pero dándole un plus, dándole vida en un centro comercial, invitando al público
al mismo tiempo a concurrir el 13 de abril al Rijksmuseum.
A su vez, el cine se ha vuelto también un nuevo recurso de promoción. Claro ejemplo son las marcas de automóviles utilizados en los filmes sin que se oculte el logotipo: tal es el caso del Camaro amarillo "Bumbleebee" utilizado en la saga de Transformers.
Infinidad de ejemplos se podrían dar en estos casos, pero lo interesante sería preguntarnos ¿Cuántas veces nos percatamos de todos los mensajes publicitarios integrales?
El Club de la pequeña Lulú y Toby.